Este otoño apurando las horas de luz, hemos ido a Ibiza aprovechando una oferta de vueling con vuelos directos desde Alicante.
El vuelo no dura más que media hora aproximadamente, hemos alquilado un coche mediante la página de vueling (nunca más lo volveré a hacer), te pasan a otra página, está contacta con la empresa de alquiler propiamente, luego todo la web en inglés. En Ibiza, una furgo de la empresa OK rent a car, nos lleva a la sede y oficinas a pocos metros del aeropuerto, y como no consta nuestra reserva a llamar por teléfono, y nosotros a esperar, al menos media hora, luego revisa tú mismo el vehículo para que no haya rayas o desperfectos en la carrocería, también el tema de la gasolina, muy farragoso todo.
Por lo tanto, nunca más con vueling y acudid a compañías de renombre tipo Hertz, Europcar, etc,
Tras larga espera, cogemos el coche y vamos hasta Santa Eulalia donde hemos reservado en apartamentos Parot Quality, hay que aparcar en zona azul, casi toda la ciudad tiene zona azul, aunque si luego vas a ir todo el día por la isla, pues no es para tanto, el segundo día vimos una par de calles por el centro de salud, donde no había zona azul, y a la entrada a la derecha junto a un Eroski también.
El apartamento es amplio, dormitorio amplio con armarios, aseo grande, salvo el lavabo que salpicaba mucha agua, cocina con todo tipo de enseres (salvo estropajo y lavavajillas para fregar), amplio salón, con tv, radio, sofá cama, mesa de comedor, y un balcón-terraza, con mesita y dos hamacas, y aire acondicionado. Estuvimos muy cómodos, en los bajos hay un bar, donde te sirven el desayuno que estaba incluido.
Terraza del apartamento |
Primera toma de contacto con la ciudad de Santa Eulalia, paseo por el puerto y paseo marítimo, vuelta por la plaza central S´Alameda, llena de sitios donde comer o cenar y fuentes donde corre el agua con chorros de colores.
Cenamos en una pizzeria de la plaza central, en Chicho´s, una pizza y una ensalada que compartimos con dos cañas 29 €, la mayoría de las mesas están ocupadas por gente extranjero, creo que eramos los únicos españoles del local, esto pasa casi en todos los sitios que cenamos en Santa Eulalia, la población residente es en su mayor parte extranjera.
Día 1.
Desayuno en el bar de los apartamentos en la calle que cruza todo el pueblo, te dan a elegir entre varios de los artículos de la carta, no todos, pero hay variedad.
Empezamos por ir a visitar algunas de las calas que nos han recomendado amistades y las vistas en alguna web como la de "los viajeros", que es una de las que más consulto al ir a hacer un viaje,
Vamos a ir recorriendo las más cercanas hacia el norte de la isla, iniciamos el recorrido por Cala Llenya, hay bastantes indicaciones por la carretera de las calas y playas próximas, en está podemos dejar el coche muy cerca, hay un gran chiringuito con hamacas, aseos, servicios de piraguas, etc, la playa es grande y esta rodeada de zona rocosa, Como es pronto seguimos y vamos ahora a Cala Boix muy cerca de la anterior. Aquí dejas el coche junto a un restaurante y zona de parking y bajas una cuesta de cemento, junto a un chiringuito cerrado en octubre, y es más pequeña que la primera, y casi no hay gente a primeras horas.
Cala Llenya |
Cala Boix |
Aquí realizamos una pequeña ruta a pie, con gps, hasta la torre campanitx, por una buena pista, y frente a la isla de Tagomago, con unas espectaculares vistas, a partir de aquí, la ruta sigue por un invisible camino entre las rocas que apenas podemos seguir, si no es por el gps, y por algunas marcas azules que vamos siguiendo de vez en cuando, esta parte no es apta para niños ni personas que no estén bien físicamente, ya que se anda sobre rocas con grietas grades hasta llegar casi al aparcamiento inicial de los coches, vemos por el camino algún grupo de pescadores encaramados en los riscos donde rompe el mar.
Vistas a la isla de Tagomago |
Playa de Aigües Blanques |
Bajamos una cuesta de cementos hasta llegar a la playa de aguas turquesas, con diversos islotes en la playa y una orilla muy pequeña, hay un chiringuito, hamacas, etc, pero poca orilla, dejamos los bártulos junto a una roca y aunque el agua está fresca en un principio, una vez dentro la sensación es muy buena y la claridad de las aguas total. En la playa hay bañistas de todo tipo, nudistas, familias, gente que va a embadurnarse de arena gris por todo el cuerpo, y luego se bañan para quitársela, mucho extranjero, después de un baño reconfortante y un descanso a la orilla del mar, volvemos para ir a comer.
En San Joan de Labritja, hay una zona de aparcamiento a la entrada, frente a un supermercado y un par o tres de sitios donde comer, y poco más, algún cajero, tienda de artesanía, iglesia, etc, elegimos el Vista Alegre tienen arroz de menú del día, pero elegimos un plato combinado, uno de sepia a la plancha con patatas y ensalada y otro de calamares y guarnición, con bebidas 24,90€.
Iglesia en San Joan de Labritja |
Faro desde la Cala de Portinatx |
Port de San Miquel |
Iglesia en Santa Gertrudix |
Día 2.
Salimos en dirección a San Antonio, llegando hay una zona de carretera de doble carril, hasta entonces inaudito, vamos hasta Cala Salada, el coche se puede dejar muy cerca, no es muy grande pero hay chiringuito a un lado con hamacas, mucha gente va hacia la derecha buscando una zona más soleada. Aunque hoy hace más aire. Volvemos al coche para ir a cala Galera frente a Punta Galera, aquí dejamos el coche antes de una fuerte pendiente, junto a una pared que delimita una zona privada, bajamos andando, bajo hay algún coche, no hay mucho sitio, se ve enfrente Punta Galera un brazo de tierra que se adentra en el mar, intentamos llegar hasta él.
Cala Salada |
Punta Galera |
A nuestra izquierda junto a unos arbustos se aprecia una especie de sendero que seguimos cuesta abajo y nos lleva hasta la playa de Punta Galera, en la que también hay casetas de pescadores, en esta pequeña cala no hay nadie, aunque el viente no hace apetecible un baño, cruzamos al otro lado sobre unas rocas que parece que se desprenden con cuidado se pasa fácilmente, y una pequeña subida hasta el inicio de Punta Galera, se puede recorrer hasta la punta, pero paramos a mitad a echar fotos a ambos lados, e iniciamos la vuelta de un corto paseo.
Vamos a San Antonio dejamos el coche al final del puerto, paseamos por el espigón, junto a la parada de atraque de balearia, volvemos por todo el paseo hacia el pueblo hasta la rotonda con el huevo de Colón y su carabela, callejeamos por el pueblo, pero no vemos nada destacable alguna placita, y un mercado de verduras con puestos en la calle frente a un par de restaurantes, donde al ver tanta gente y a precios económicos optamos por comer allí, alejados del mar y de las vistas, Benitez se llama, platos combinados con cantidad de comida, patatas, y dos refrescos 15,9€ los dos, y gente esperando para coger mesa, aquí si había mayoría de españoles.
San Antonio |
CbbC Cala Bassa Beach Club |
Sunset Ajran en Cala Comte |
Nos ponemos de nuevo en marcha hacia Cala D´Hort, al estar algo más alejado hay más carretera pero vamos no mucho, al bajar hacia la cala el aparcamiento está a tope, y vemos que la playa es algo pequeña y el chiringuito esta lleno, así que volvemos a subir para dejar el coche en la parte alta y ya no bajamos, ya que desde aquí se tiene unas vistas de la cala y hacia Es Vedra, el gran islote frente al que estamos, para no dejar de fotografiar, vamos acercándonos al precipicio hasta el borde para hacer las fotos más bonitas del recorrido y más al atardecer,
Islote de Es Vedrá, desde Cala d´Hort |
Iglesia en San Joan de Sa Talaia |
Como aún hay luz del día vamos hacia la zona más al norte de Santa Eulalia, a Puig de S´esglesia Vella, supongo que el antiguo emplazamiento de una iglesia que ya no existe y desde el que se tiene una magníficas vistas hacia el mar y hacia Santa Eulalia, de vuelta nos adentramos más en el puerto deportivo, admirando los grandes yates y veleros atracados.
Vista de Santa Eulalia desde el puerto deportivo |
Día 3.
Último día en Ibiza, hacemos el check-out, dejamos las maletas en la recepción del apartamento, desayunamos y vamos a visitar Puig de Missa, una iglesia en lo alto de la colina dirección al mercado y muy cerca del pueblo, toda blanquecina, con ventanas hacia el pueblo, pequeña capilla, y vistas a la bahía sobre el pueblo, y hacia el norte a la montaña repleta de casas particulares entre pinares.
Puig de Missa |
Se inicia la subida por una rampa que nos lleva hasta la puerta de entrada con esculturas, da acceso a una zona de cuerpo de guardia amplia, con restos de una chimenea y otra puerta que da acceso a la parte intramuros, ahora con muchas terrazas de restaurantes, giramos a la izquierda dirección al polvorín, y una vez arriba, comenzamos a ir asomando por los baluartes que bordean la muralla, y desde los que tenemos una vistas hacia el puerto de Ibiza a un lado y hacia el mar, a nuestra espalda podemos ver en lo alto la iglesia.
En lo alto del casco histórico la Iglesia. Dalt Vila |
Hacia el otro lado vistas al puerto de Ibiza |
Hay un pequeña iglesia y junto a ella el ayuntamiento, entramos para ver el pequeño patio de dos plantas con columnas blancas, salimos y hay que subir por un túnel inclinado para seguir bordeando la muralla, al otro lado estamos junto a otro baluarte que mira hacia la playa d´en Bossa, tras pasar otro corto túnel llegamos a la iglesia, pequeña, coqueta, junto a esta un mirador, el más alto, y una oficina de turismo, por aquí ya empieza el descenso por callejuelas serpenteantes, algunas bajada con escalones y calles estrechas al máximo, con sus casa encaladas de blanco y azul, con sus macetas colgadas de balcones.
Calles de Dalt Vila |
De nuevo en la zona baja hay un pequeño mercado sobre todo de flores, verduras, especias, etc, callejeamos por las calles paralelas al puerto, son calles estrechas repletas de locales de restauración o tiendas de artesanía diversa, volvemos por el mismo puerto con yates de todos los tamaños atracados, vemos varios lugares para comer y elegimos el a-list, con un menú variado, excelentemente presentado, de dos platos y postre exquisito por 14€ por persona, una gozada junto al puerto.
Callejeamos por la zona más comercial, con tiendas de ropa mayoritariamente, en una escaparate de confitería que nos llama, compramos un bretzel dulce con chocolate, que guardamos para merendar, ya cansados de deambular, cogemos el coche y vamos hacia al playa d´en Bossa.
Al fondo Dalt Vila desde la playa d´en Bossa |
De camino comienza chispear, y sin mojarnos llegamos al aeropuerto, donde nos toca un retraso debido a la huelga de controladores de Francia, ya que nuestro vuelo, venía de Cardiff, previo paso por Francia, al final unos 40 minutos de retraso, no es mucho ya que en los paneles vemos vuelos a Palma con más de dos horas de retraso.
Viaje tranquilo, con playas fantásticas de aguas cristalinas, en esta época del año.
Ánimo y a viajar.
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