Sevilla

  Viaje realizado en coche propio, desde Elche hasta Sevilla, en octubre de 2007, visitando también las ciudades de Mérida, Cádiz, Jerez de la frontera y Arcos de la frontera. Nos hospedamos dos noches en el hotel Ibis de Sevilla y dos en el Ibis de Jerez de la frontera.

  Día 1. Viaje en coche por la autovía del mediterráneo, hasta Sevilla, antes de llegar a la altura de Carmona, paramos a comer en un sitio de carretera, y seguimos hasta llegar al hotel ubicado en un polígono industrial y comercial al final de la avenida de Kansas City, algo complicado de llegar, pero al final damos con él.

  Esa misma tarde nos acercamos en coche al centro de la ciudad, todo es zona azul, y conseguimos aparcar no sin dificultad cerca de la Maestranza, plaza de toros local, rodeada de japoneses haciendo fotografías, junto a la estatua de Curro Romero. Paseamos junto al río, atrás dejamos la Torre del Oro, vamos hacía la catedral de Sevilla, y el Ayuntamiento, por la calle comercial de la ciudad, la calle Sierpes, seguimos callejeando hasta llegar a la Alameda de Hércules, un gran paseo, y nos acercamos a ver el puente de la Expo 92, junto al río, aquí ya está anocheciendo y volvemos hasta la Giralda, el Hotel Alfonso XII, y regreso al hotel.

Vista del Guadalquivir, la Torre del Oro a la izquierda

Torre del Oro al atardecer

Giralda de noche

  Día 2. Nos informamos en el hotel y está vez cogemos un bus que nos deja muy cerca del centro, en los Juzgados y vemos la salida del que hace el sentido inverso para la vuelta, te ahorras zona azul y pérdida de tiempo buscando sitio. De aquí visitamos la amplísima Plaza de España, recorremos todos y cada una de las arcadas dedicadas a cada provincia española, junto a la plaza se encuentra el parque de María Luisa, muy grande en extensión y lugar utilizado por los sevillanos para hacer ejercicio o pasear a los canes. Esta zona y sus edificios aledaños fue la sede la exposición iberoamericana de 1929. Desayunamos en un bar que hay junto al parque, muy bullicioso.

  Buscamos el acceso a los Reales Alcázares de Sevilla, junto al Archivo de Indias, la visita es larga por la extensión de los parques y jardines que alberga, así como los palacios de época que se visitan, a mi parecer es como una mini Alhambra en el centro de Sevilla, salvando las distancias, me encantó. Ya que estamos junto a la catedral la visitamos, el tercer templo religioso por extensión del mundo, y subimos a la Giralda, 104 metro de altura, una pasada las vistas, y un martirio la subida, unas veces escaleras y muchas otras son rampas, hasta la cima. La salida de la catedral por el patio de los Naranjos, una de las zonas más tranquilas de la catedral y óptima para el descanso.

Panorámica de uno de los jardines de los Reales Alcázares

Interior de uno de los Palacios en los Reales Alcázares

Plaza de España

  Comemos en uno de los muchos restaurantes que hay junto a la catedral, hacia el barrio de Santa Cruz, antigua judería de la ciudad, repleto de callejuelas con casas con patios interiores típicos y balcones de forja, muy apacible pasear a la hora de después de la comida con las calles casi desiertas. De aquí volvemos a visitar está vez por el interior la Torre del Oro, junto al Guadalquivir, alberga el Museo Naval, y al llegar al punto más alto, hay que hacer cola porque el acceso es reducido y hay mucha gente, se tienen unas vistas espléndidas de la ciudad de Sevilla.

  Desde aquí recorremos gran parte del centro para ir hasta la Casa de Pilatos, antiguo edificio que nos comentan la visita en gratuita  a partir de las 16 h., llegamos y visitamos el jardín, pario interior y edificio y a la hora de ver la zona guiada, supongo que la más bonita, la azafata nos dice que la hora gratuita ha terminado y no podemos verlo, una decepción y una vergüenza que no nos informaran a la entrada. Vamos hasta la Macarena, a ver está magnífica imagen y sentimos la devoción de muchos feligreses que le piden a la Gran Señora de Sevilla. Junto a la Iglesia se puede ver parte de la muralla antigua de la ciudad, también vamos hasta la Iglesia donde está Jesús del Gran Poder, otra talla digna de ver y mayor emoción en el interior de la pequeña iglesia donde muchos sevillanos le rezan y piden al Gran Poder.

  De aquí volvemos al río para pasar el puente de Isabel II o de Triana, caminamos por la calle Betis, junto al río y desde el que tenemos unas vistas fantásticas del otro lado de la ciudad, hasta llegar al otro puente, el de San Telmo, de nuevo vamos  a la zona de la antigua exposición ya de noche, para acercarnos hasta la sede del Museo Arqueológico de la ciudad, hay muchas parejas por el parque anexo, y aquí acabamos nuestra visita a Sevilla, cogemos el bus de regreso al hotel.

Catedral y giralda desde la Torre del Oro

Puente de la barqueta, inaugurado para la expo´92

Fachada del Museo Archeológico

   Día 3. Amanece el día lluvioso, cogemos el coche y vamos hacía la autovía de extremadura, hay un gran atasco al cruzar el puente, después de pasarlo, se acabó el atasco, nos salimos a desayunar junto a una gasolinera en un bar de carretera lleno de gente, supongo por la lluvia, continuamos camino hacia Mérida que llegamos a buena hora, aparcamos junto al teatro romano, y aquí nos compramos un ticket para varias visitas a lugares históricos, que incluye Teatro Romano, Alcazaba, Casa del Mitreo, entro otros que es lo que visitamos.

  En primer lugar el Teatro Romano, con su anfiteatro.romano, vecino del Teatro, magnífico con sus columnas gigantescas, alrededor tenemos, casas romanas con sus mosaicos, y pinturas, termas romanas, jardines, pozos, palacios o lo que queda de ellos, visita ineludible. A la salida tenemos el Museo de Arte Romano que no podemos ver por falta de tiempo, callejeamos hasta el templo de Diana, templo incrustado en el casco de la ciudad, por los alrededores compramos unos bocatas, para tomar tranquilamente junto a la muralla de la Alcazaba en el exterior en unos bancos, junto a un pequeño paseo ajardinado.

Teatro Romano de Mérida

Templo de Diana, en el casco urbano de Mérida

  Admiramos el puente romano, junto al que hay un monumento a la loba de Roma con Rómulo y Remo amamantados, paseamos por la isla que hay en el río con senderos para pasear y hacer ejercicio, de aquí nos acercamos hasta el acueducto de los milagro, grandiosa vista de estos restos de acueducto, en lo que parecen las afueras de la ciudad, es increíble contemplar tal obra realizada por el hombre y que haya perdurado en el tiempo, tantos siglos. Vistas espectaculares.

Acueducto de los milagro, grandioso

Arco de Trajano, enclavado en el casco urbano de Mérida

  Vemos el arco de Trajano y visitamos la Alcazaba, junto al puente romano, antigua zona de viviendas y con un aljibe hasta el que se puede bajar y ver el agua, muy curioso, luego la casa del Mítreo, una antigua villa romana, que podemos visitar por las pasarelas que nos elevan desde el suelo para admirar las habitaciones y distintos compartimentos de la villa, de aquí se sale por una antigua zona de enterramientos romana, cogemos el coche y vamos hasta el circo romano a las afueras, hoy día un campo amplio, donde antiguamente, se corría en carros, o se ejercían atletas. Desde aquí merienda y al coche hay que llegar a dormir a Jerez de la frontera, que llegamos de noche cerrada pero ya sin lluvia.

Vista desde las murallas de la Alcazaba

Circo romano de Mérida, o lo que queda de él

  Día 4. Nos dirigimos hasta Cádiz, tacita de plata, y comenzamos el recorrido por la plaza de España, con el monumento conmemorativo de la Constitución de 1812, la de la Pepa, de aquí vamos hacia la Alameda de apodaca, por el paseo que hay junto al mar, al otro lado de la bahía podemos ver pequeños pueblos en la costa, Rota, Puerto de Santa María, continuamos por el paseo hasta el Centro Cultural, que pasamos a visitar con una exposición de artistas noveles, el edificio es un antiguo Centro Militar y baluarte de la costa.

 Desde aquí al parque genovés junto a la Universidad, hasta llegar a la playa de la Caleta y su balneario, lugar ideal para tomar el sol y pasear junto al mar por toda la costa. Seguimos la línea del mar hasta ver la Catedral, visitamos cerca de la catedral un pequeño teatro romano, y comemos en la plaza de la catedral, lugar sin tráfico rodado muy tranquilo, desde aquí vamos hacia las puertas de Tierra, y llegamos de nuevo al inicio del recorrido junto al coche, que nos lleva de vuelta a Jerez.

Monumento a la Constitución de 1812, en la plaza de España

Balneario en la playa de la Caleta

Catedral de Cádiz, vista desde el paseo

  En Jerez todavía nos da tiempo a dar una vuelta por la ciudad, no hay tiempo de ver bodegas a si que callejeamos junto a la Iglesia de San Miguel, si visitamos el Alcázar de Jerez, con sus enormes jardines, sus murallas, torres de todo tipo, y restos arqueológicos y edificios que albergan un Museo, de aquí tenemos unas vistas espectaculares de la ciudad y la catedral, a la que vamos acto seguido, y de aquí deambulamos hacia la zona comercial de Jerez, muy animada, compramos algún dulce de recuerdo, creo que era una trenza o algo parecido, que más bien es para turistas, y alguna compra que otra, para terminar cenando en uno de los bares de la plaza del Arenal, unas tapas del lugar, que nos sirven con mucho arte los camareros.

Iglesia de San Miguel

La Catedral de Jerez desde el Alcázar de Jerez

  Día 5. Vuelta a origen por la carretera del interior y hacemos un inciso para ver Arcos de la frontera, es uno de los tantos pueblos blancos de la comarca, a lo lejos lo vemos en lo alto de una montaña, después de acceder a lo alto de la sierra, y dejar el coche en un parking, en el paseo de Andalucía, es difícil encontrar aparcamiento cerca de la zona de visita, allí mismo hay una oficina de turismo local, damos una vuelta, prácticamente son dos calles de ida (Corredera) y vuelta (Paseo de boliches) que van a lo largo de la sierra de punta a punta y desde la que podemos observar unas vistas panorámicas de toda la vega en la lejanía. Hay una zona que vuelve a ensanchar el pueblo, donde encontramos el castillo y la basílica menor de Sta. Mª. En esta zona todo son calles estrechas con sus arcos, balcones forjados, rincones, calles sin salida, se me hace difícil imaginar la vida actual aquí, con acceso para vehículos complicado.

  En Arcos vamos a una panadería del lugar y compramos algunos dulces típicos para llevar de recuerdo. Vuelta a casa pasando por otros pueblos blancos de la zona como Bornos y Villamartín, siguiendo la A-384 hasta Antequera, donde comemos, y enlazamos con la A-92  que nos lleva directos a casa.

Plaza del Cabido. Arcos de la frontera

Vista de Arcos a la salida de la zona antigua

  Saludos y buen viaje.