cocinar y viajar, todo es empezar: Viaje por Galicia

Este es el recorrido de mi último viaje, realizado en Galicia, de jueves a domingo, del 7 al 10 de junio, el tiempo como siempre por allí, muy cambiante, calor, lluvia, fresco, y viento, pero es la costumbre por esos lares.

Día 1. Jueves por la mañana. Aterrizamos en el aeropuerto de Lavacolla en Santiago a primera hora del día, cae un chaparrón de categoría, y es cuando más nos hemos mojado de todo el viaje, del avión a la terminal, acabamos calados y no había más de 200 metros. En los mostradores de Hertz alquilamos un vehículo el más económico, para dos personas basta y sobra, nos intentan vender un BMW pequeño a buen precio y un seguro a todo riesgo que no aceptamos y con el Hyundai i10, salimos dirección Orense.

El viaje por autopista, de peaje, hay muchas por galicia, llueve constantemente, flojo, para y vuelve a empezar, por suerte una vez de paseo por las ciudades no nos llovió, o era muy poco lo que caía, bueno en Ourense, aparcamos en un centro comercial cercano al centro y al puente romano, y vamos hacia este último, donde descubrimos una oficina de turismo, que más bien parecía una casa abandonada, sin señales ni carteles de turismo ni de información, nos informan y dan un mapa del centro histórico, y vamos a ello, visitamos el puente romano, con increíbles vistas sobre el río Miño, hay otro puente muy moderno tipo "Calatrava", y enfilamos la calle que sale del puente en dirección a As Burgas, unas fuentes de aguas termales, al llegar, rodeadas de un hermoso jardín, nos damos cuenta que son tres surtidores y todos a una elevada temperatura, 67ºC, la gente se moja las manos y se las pasa por la cara o llenan botellas con ese agua caliente. Muy curioso.

Fuentes termales de As Burgas

Puente romano a la izquierda y río Miño

Plaza del Ayuntamiento, hay inclinación, verdad

La verdad que el casco esta muy inclinado desde As Burgas hay una gran cuesta para retomar el centro en la plaza del Concello, o ayuntamiento, esta muy inclinada también y pienso como debe correr el agua en días de lluvia, que deben ser muchos por aquí. Andamos por el casco histórico peatonal y de vuelta al Centro Comercial, donde seguimos ruta hacia Tui, después de un trayecto corto llegamos a Tui donde lo más interesante es la visita a la Catedral y las vistas del Miño y Valença, ciudad fronteriza de Portugal, la portada de la Catedral es impresionante, así como las vistas del Miño desde el claustro y torre junto a la Catedral, optamos después de dar una vuelta por el casco histórico por ir hacia la desembocadura del Miño, sin pasar por Valença, y vamos dirección a A Guarda, sin entrar en la ciudad, enfilamos el ascenso, previo pago, antes de la subida a mitad de camino, vemos un antiguo poblado celta, del que solo quedan las paredes de piedra del asentamiento, y un par de cabañas (las llaman castros), con techo de la época, muy característico de la zona y donde todo el mundo para a hacer fotos, como no. Al fin en la cima, lo que vemos con algo de aire, que debe hacer casi siempre, es de frente el río Miño y Portugal detrás, el Atlántico a nuestra derecha y a la espalda el pueblo de A Guarda, las vistas son increíbles, también hay un restaurante, chiringuitos para venta a turistas, y una ermita de Santa Tecla muy visitada por lugareños, parece muy antigua y chiquita.

Valença al fondo al otro lado del Miño

Conjunto de "Castros" en la subida a la desembocadura del Miño

Al fondo Portugal, a la derecha el Atlántico, una gozada

Desde aquí subimos por la carretera que circunda la costa hasta Baiona, y vamos viendo como el mar rompe sobre las rocas, frente a casas tipo chalet, que da miedo verlos, pensamos que en días de mala mar, le debe salpicar el agua sobre la casa, y además no vemos ni una playa para el baño, llegamos a Baiona, y visitamos la Virgen da Roca una virgen esculpida en una roca de unos 15 metros de altura, está a la entrada al pueblo en una colina, donde podemos ver unas vistas increíbles de Baiona, su parador, unas islas que hay frente a la costa, algún barco mercante y la playa de Baiona, a resguardo de mar abierto, una vez llena la cámara decidimos ir a Pontevedra a hacer noche y así al día siguiente ya tenemos terreno andado, cogemos una autopista, de nuevo dirección Vigo y Pontevedra y sin pasar por Vigo llegamos a Pontevedra.

Virgen da Roca en Baiona

Vista panorámica de Baiona

Aquí no habíamos cogido hotel, pero llevamos nota de alguno que nos pareció bien por internet, el aparcamiento lo vemos difícil y al final conseguimos dejarlo en un barrio residencial que parece nuevo y cerca del Hotel, vamos al Galicia Palace, es céntrico y con habitaciones amplias,el único pero es la atención con un par de señoritas en recepción muy estiradas y frías en el trato, el precio ya sabíamos que subiría del visto por internet, pero eso es lo habitual, dejamos las maletas y como todavía es de día, damos un paseo que nos sirve para ver casi en su totalidad la ciudad, aquí a las 22 h. es de día, como en Portugal una hora menos o sea, una hora más de claridad, pasamos junto a las Iglesia de la Peregrina, la plaza de Orense, el convento de San Francisco, plaza Estrella, callejeamos por el casco antiguo de calles peatonales, muchas con soportales y terrazas para tomar copas, llegamos hasta la Basílica de Santa María con una portada importante de labrado barroco, nos acercamos a la ría a ver sus puentes, y volvemos a callejear por el paseo de la Alameda, junto a la Diputación y al monumento a los soldados, y por las ruinas de la antigua Iglesia de Santo Domingo, hasta de nuevo llegar a la plaza de Orense, es una zona tranquila sin tráfico, con sus puestos de venta de libros, y muy ajetreada de transeúntes. Volvemos al hotel después de la cena. A dormir merecidamente.

Iglesia de la Peregrina. Pontevedra

Día 2. Viernes. Salimos dirección a las Rías Baixas, no teníamos previsto parar por Combarro, pero lo decidimos en el último momento, craso error, si no llegamos a parar, uno de los pueblos más bonitos de Galicia, chiquito y con calles estrechas, creo que la mayoría de hórreos de Galicia están en este pueblo y uno junto a otro y a la orilla de la ría de Pontevedra, una gozada pasear a primera hora de la mañana, casi en solitario por sus estrechas callejuelas no aptas para vehículos y observar como abren sus tiendas y restaurantes para preparar el inicio del día, sin duda visita obligada al que vaya por estos lares, luego continuamos hacia Porto Novo, que nos decepciona, una paseo junto a la playa y un puerto deportivo y poco más, seguimos a la Toja, la famosa isla junto a O grove, donde señoras mayores, nos atosigan con el coche en marcha, para que compremos recuerdos, increíble que se echen sobre los coches, allí la ermita de conchas y la tienda-museo de productos La Toja, y el balneario y hotel contiguo de principios del siglo pasado, vistas de la ría pero poco más, en O grove si no vas a comer marisco, puedes ver las vistas de las bateas de mejillones sobre la ría, volvemos a desandar el camino para dirigirnos a Cambados.

Conjunto de hórreos junto a la ría, Combarro

Calles en Combarro

Cambados algo más aceptable, visitamos la oficina de turismo y con el mapa nos dirigimos a su cementerio donde quedan los restos de una antigua iglesia de la que están únicamente los arcos transversales y la fachada del altar, digno de visitar si no te da yuyu entrar a un cementerio, de aquí al mirador, un poco más arriba admiramos la isla de la toja, y Villagarcia de Arosa, bajamos hacia el antiguo pueblo de pescadores, donde hay restos de una Torre junto al mar, el pazo de Montesacro, y un paseo tranquilo junto a la orilla, hasta llegar de nuevo al centro, aquí en la plaza de Fefiñanes y junto al Pazo de mismo nombre es el centro turístico del pueblo, la Iglesia de San Benito, el arco junto al Pazo, decidimos comer en uno de los muchos restaurantes que hay en la inmediaciones de la calle Real, un menú tipo, correcto,10€, de vuelta vamos al hotel que hemos reservado dos noches en Santiago de Compostela.

Restos de la Iglesia en el cementerio de Cambados

Vista panorámica de la plaza de Cambados, con su Pazo

Se encuentra a las afueras junto a la autovía y salida del aeropuerto, podemos dejar el coche con tranquilidad, se llama los Abetos, algo difícil de encontrar pero con GPS o viéndolo previamente en internet no hay problema, 4 *, desayuno buffet, wifi gratis, minibus de traslado al centro gratuito ida y vuelta, buena atención a la entrada y salida, vamos que repetiría, dejamos las pertenencias y llamamos al minibús, en recepción esperamos 10 minutos y nos baja, al centro, en la plaza de galicia, lo malo es la última hora de salida que es a las 20,30 (pensamos que para que cenes en el hotel y hagas gasto), nosotros callejeamos, visitamos la catedral, impresionante, lástima que el pórtico de la gloria está en restauración y con andamios, y nos avituallamos con varios tipos de empanadas gallegas, para probar un poco de cada, volvemos al minibús y puntual nos lleva de vuelta al hotel, donde tranquilamente damos cuenta de las empanadas y reposamos.

Fachada principal de la Catedral de Santiago, de fábula

Día 3. Sábado. Teníamos pensado ir a Lugo y después A Coruña, pero entre el conductor del minibús que nos sugirió alguna alternativa y el tiempo que se perdía en carretera, decidimos ir primero al Castillo de Santacruz justo, frente a Coruña, coqueto castillo con vistas de la bahía de A Coruña y muy cercano, después vamos hasta la capital, callejeamos por el centro, María Pita, Iglesias del casco antiguo, castillo de San Antón, la pena es que hace mucho viento y frío, nos dificulta el caminar, de aquí a la Torre de Hércules, no se puede subir por reformas, vistas también increíbles, luego nos acercamos hasta el Monte San Pedro, antiguo vertedero reconvertido, y de qué manera, vista de A Coruña, la torre de Hércules y las olas rompiendo junto a la costa, también hay cañones de artillería ya retirados mirando hacia el mar. De vuelta visitamos Betanzos.

Castillo de Santacruz, al otro lado de la bahía A Coruña

Torre de Hércules y A Coruña a la derecha desde Monte San Pedro

Betanzos, nos coge de camino y es un pueblo bonito de pasear por sus calles casi desiertas, la plaza de los hermanos García Naveira, es el centro de la ciudad, con su templete, sus soportales con cafeterías y bares en los bajos, su Iglesia, desde aquí podemos pasear hacia la plaza de la Constitución, donde está el ayuntamiento, la iglesia de Santiago, visitamos la zona de la iglesia de Santa María del Azogue, donde hay boda y entramos a la San Francisco que está al lado de la anterior, repleta de sepulturas, íntimo, recogida y muy bonita iglesia, callejeamos por la rua Travesa y rua Nova y de vuelta a la plaza del pueblo, volvemos al coche y nos dirigimos al parque del pasatiempo, parque muy conocido en la zona, a las afueras, he decir que ya que tiene tantos visitantes el ayuntamiento o quien corresponda, podía adecentarlo y limpiarlo y mantenerlo como es debido, a mi parecer estaba sucio, mal cuidado, vamos una chapuza, que en su día sería muy moderno y carismático pero hoy a mi parecer, deja mucho que desear, se trata de un parque que años ha, sus dueños donaron al pueblo con recuerdos de muchas ciudades que visitaron en su tiempo, también hay una zona de grutas, un estanque (en estado deplorable) y una zona supongo de teatro infantil y gradas, algo más normal, curioso pero cutre, a mi entender.

Iglesia Santa María del Azogue, Betanzos

Plaza principal en Betanzos

De vuelta vamos a Santiago que aún queda día, aquí oscurece a las 22 horas o más tarde, paseamos por la plaza Cervantes, Rua Nova, Rua da Vilar, nos acercamos hasta el paseo de la Alameda para ver una perspectiva nueva de la Catedral de Santiago, nos tomamos un chocolate en Valor, para coger calor, hace fresco a está hora, volvemos al Obradoiro y todavía no es noche cerrada y no encienden las luces de la catedral, me contento con hacer unas fotos a esta hora, cenamos en las inmediaciones de la catedral, volvemos a pasar por la plaza quintana, etc. Regresamos al hotel.

Día 4.Domingo por la mañana. El avión sale a las 16,30 y hemos de dejar el coche de alquiler así que volvemos a Santiago, queremos subir al techo de la catedral y nos dirigimos a la reserva, pero ya está completa solo hay libre para la tarde, demasiado tarde, así que vemos el museo y claustro de la catedral, una pasada, el claustro muy grande y alto, pero muy austero, no me acabo de agradar, pero las vistas de las torres de la catedral y un pasillo situado a una tercera altura en la plaza del obradoiro, tienes unas vistas muy diferentes desde aquí y magníficas, de vuelta, visitamos de nuevo la Catedral, al ser domingo y cerca de las 12 del mediodía, está a reventar, y casi no podemos andar por dentro, menos mal que el día anterior por la tarde la vimos con tranquilidad y dimos el abrazo al apóstol, el domingo imposible, salimos por la tienda museo a la plaza quintana, donde tomamos un refresco en una de sus cafeterías cercanas. Hacemos tiempo y al final nos decidimos por entrar a un buffet que hay en el casco antiguo, variedad pero poca calidad, que se puede esperar en la zona de turismo, bueno de aquí al aeropuerto vuelve la lluvia, no hay problema en la devolución del coche y en el aeropuerto, por cierto la terminal parece bastante nueva, y parecida a la de El altet, como siempre si es Ryanair, cuando llegas ya hay cola de gente, el avión a reventar creo que no sobraron muchas plazas y puntual a las 18 horas aterriza en el Altet, de santiago a 16ºC llegamos a 30 y pico por estos lares, hay que quitarse ropa a marchas forzadas.