martes, 26 de agosto de 2014

Capitales Bálticas-Crucero. Parte I


  Este viaje realizado en julio de 2014, después de ver varios itinerarios y presupuestos, nos decidimos por el de Pullmantur, con el barco Empress, con salida desde Tallin y final en Malmoe, con visitas a San Petersburgo, dos días, Helsinki, Estocolmo, día de navegación, Wismar (pueblecito de Alemania) y Malmoe.

  El recorrido por el Báltico es el ideal, la pega es que en algunos puertos el barco te deja muy lejos de la ciudad y hay que gastar tiempo en transporte o coger dinero y tiempo en una excursión en bus, en la que vas muy rápido, y no te da tiempo a casi nada.

  Caso aparte es Rusia, en San Petersburgo, solo bajas del barco si tienes una excursión asignada, bien de Pullmantur o bien, una privada de otra empresa.

  Otro punto interesante es que en el precio incluye el avión, muy espacioso, al origen y al final del crucero, desde Madrid, Barcelona o Málaga, caso de no residir cerca de estas ciudades, debes hacer noche si sales temprano, en este caso, fuimos a Madrid, a pernoctar en el Be Smart Diana, a 5 minutos de la terminal, y con transfer incluido al aeropuerto.

  Día 1.Viaje y Tallín.

  Transfer a la T1 de Barajas, facturar maletas y con el bolso de mano a hacer tiempo hasta la salida del avión, una vez en Tallín, a la bajada del avión, una orquesta nos da la bienvenida a todos, un espectáculo y vamos subiendo a los buses, alineados junto a la pista, que nos llevan hasta la terminal del puerto de Tallín, colas, fotos, rellenar más papeles, y check in rápido. Una vez terminado, visita a la ciudad de Tallín a 10 minutos a pie del puerto, ya que el último bus al barco sale a las 19 horas tenemos más de dos horas para ver la ciudad,

  Accedemos a Tallín por la torre de Margarita "la gorda" (Fat Margaret),  una ancha torre y puerta de acceso a la ciudad, a nuestra derecha vemos una muralla que circunda la ciudad, tras la primera hilera de casas. Calles adoquinadas, casas con tejados de rojo teja, poco tráfico, llegamos hasta una famosa farmacia, de las más antiguas de Europa, y pronto a la plaza del Ayuntamiento, donde hay un gran mercado, con productos de la zona, y ropas de tejidos cálidos, hay wifi en la plaza que aprovechamos, seguimos hasta subir a la catedral de Alexander Nevski, espectacular más en el exterior que en el interior, frente a la catedral el castillo junto a unos jardines.

Catedral de Alexander Nevski


 Caminando por las calles alrededor de la catedral, hay un pequeño mirador, desde el que se puede contemplar desde el puerto hasta el Ayuntamiento y la ciudad bajo la colina del castillo. Bajamos por un callejón estrecho junto a la catedral, con largas escaleras, y de nuevo estamos en la zona baja, visitamos alguna tienda de souvenirs, hay una tras otra, vodka, pieles, recuerdos, etc. De vuelta por la parte baja, vemos callejones con mucho ajetreo, y al ir allí es el pasaje de Santa Catalina, callecitas estrechas peatonales, algunas con terrazas, y con monasterios cercanos, al otro lado, la muralla de nuevo, y continuamos hasta Sant Olaf, la iglesia más cercana a la torre de Margarita la gorda y de nuevo a la terminal, bus y al barco.

Pasaje Santa Catalina
  Ideal que al llegar al camarote tengamos las maletas en su sitio, algo estrecho, supongo que como en todos los barcos, salvo suites, colocamos todo en el escueto armario y cajones. Y salimos a la cubierta a ver la salida del barco del puerto, con vistas de Tallín alejándose poco a poco. Dirección San Petersburgo bajamos al buffet a comer algo antes de acostarnos, variedad el primer día que nos parece bastante similar el resto de días, pero hay donde elegir. Pizzas, pastas, patatas, carnes, pescados, algún día cocina Wok en vivo, postres varios, etc.

Panorámica de Tallin saliendo del puerto
  Día 2. San Petersburgo.

  Colas para bajar del barco, colas en la aduana, y esperas a que lleguen el resto de viajeros del bus pertinente, en Rusia cogimos las excursiones con Shorex.ru, una empresa rusa con guías en español, recomendada por un amigo que hizo el mismo viaje el año anterior, salida al final sobre las 12 del mediodía, con un calor y sol de justicia, primera parada en el Hermitage, con pocas colas a la entrada, como vamos a ritmo rápido, vamos a ver lo más destacado varios cuadros de Leonardo da Vinci, una sala de esculturas enorme, la escalera interior del Museo, salones con techos y suelos impresionantes, lámparas por doquier, domina el blanco y oro, salas de cerámica, salas de momias, varias copas enormes de mármol de colores diversos por muchas estancias. Salimos por la parte que da a la gran plaza de la ciudad, extensa plaza, con una enorme columna en el centro.

Gran plaza a la salida del Hermitage
  Volvemos con el bus a desplazarnos hasta la Iglesia de la sangre derramada, espectacular por fuera y no menos en el interior, dorado y azul por paredes y techos con mosaicos de apóstoles y distintas escenas bíblicas, a rebosar la entrada y el interior de gente, llevamos entrada y accedemos rápidos por la zona para grupos, salimos por el lado opuesto junto al canal que recorremos para girar a la izquierda hasta unos jardines. De aquí en bus hasta el restaurante no muy lejos, una sopa de remolacha con algo de carne, y unas patatas estofadas con algo parecido a ternera en salsa, tarta de postre, y nos dan un tiempo para comprar en una enorme tienda cerca del restaurante repleta de souvenirs, matrioskas de todo tipo y tamaño, gorros rusos militares y de pieles, vodka, platos, etc. admiten euros, así que la gente llena bolsos y bolsas.

Iglesia de San Salvador de la sangre derramada
  De vuelta al bus para cruzar al otro lado del río Neva y visitar la fortaleza de San Pedro y Pablo, donde fue el inicio de la ciudad zona amurallada, con una gran plaza rodeada de antiguos edificios militares y la catedral de San Pedro y Pablo en el centro, cuya aguja dorada que sale de la cúpula puede verse desde cualquier punto de la ciudad. Paseo por los jardines aledaños, una estatua sentado de Pedro el Grande, con una cabeza muy pequeña para el cuerpo que tiene. y vuelta al bus, de nuevo cruzamos el río y vamos a dar una vuelta en barco que incluye la excursión por el río Neva, volviendo a pasar para ver varios puentes, el Hermitage desde el río, la muralla de la fortaleza de San Pedro y Pablo, barcos restaurantes anclados, y paseo por canales más estrechos tipo Amsterdam, donde vemos una zona de casas y palacios señoriales, gente tomando el sol al borde del canal, pasamos junto a la iglesia de la Sangre Derramada, y vuelta al río Neva.

Palacio de Invierno. Hermitage nocturna
  De vuelta al barco, ducha rápida, cena al buffet, y vuelta a la segunda parte del tour nocturno, aunque todavía hay luz, paradas en el bus para fotos, junto al Ayuntamiento y catedral, junto a la estatua de un zar a caballo, de nuevo al bus y parada cerca de la gran avenida Nevski, en el teatro Pushkin, y junto al jardín donde hay una gran estatua de Catalina II y sus amantes. Otra parada más para ver la iglesia de la sangre derramada a la luz de la luna, a estas horas no hay apenas movimiento, igual de hermosa a estas horas, vuelta al bus y nueva parada en el gran plaza del Hermitage, con alguna limousina de novios, y algún cafre dando puño a la moto sin policía alguno. Y por último la parada de la noche para ver como a la una de la madrugada, los puentes levadizos se abren para dar paso a los barcos, con gran expectación por el número de embarcaciones de recreo en el río y buses como el nuestro a los lados del río para ver como los puentes, en nuestro caso los dos primeros se abre en apenas un par de minutos los dos puentes se quedan en lo alto y nadie puede cruzar al otro lado hasta el día siguiente a primera hora. Vuelta al barco, dormir lo máximo ya que al día siguientes siguen las excursiones en bus y temprano.

  Día 3. San Petersburgo.

  Otro día de bus, a primera hora de nuevo al bus, en esta ocasión vamos a visitar dos palacios de verano de los zares a las afueras de la ciudad, como ya es lunes hay mucho tráfico en la ciudad ya que con los puentes la cosa se complica, a la salida de la ciudad, hacemos una parada para visitar una estación de metro, con esculturas de la época soviética, de la hoz y el martillo, en un pasillo rodeado de columnas, volvemos al bus, y continuamos camino del palacio de Peterhof, estilo Versalles, con innumerables fuentes, jardines, esculturas de todo tipo, enorme complejo ajardinado, no visitamos el palacio en si, solo el exterior con un sol de calor abrasador, de vuelta al bus, para hacer otro largo viaje al otro lado de la ciudad, con parada a almorzar de nuevo sopa de remolacha, y patatas con carne, y postre.

Palacio de Peterhof y sus jardines
A continuación al palacio de Catalina. Espera a la llegada que nos trajeran las entradas y visita al gran palacio de Catalina con muchos turistas y colas interminables para pasar de salón en salón con un calor asfixiante, no tienen aire acondicionado, eso si espectacular  las enormes salas y salones a destacar el salón del ámbar, reconstruido en su totalidad ya que los alemanes lo saquearon todo en la guerra. Acabas exhausto por el calor y las colas. Por fin se acaba el bus.

Palacio de Catalina. Exterior

Una de los grandes salones del Palacio de Catalina.
  Descanso en el barco y cena a la carta esta vez, con un servicio excelente en calidad y variedad de platos y postres.





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