martes, 15 de septiembre de 2015

De Quintanas de Gormaz a Atienza. Camino del Cid.


  Amanece cada día algo menos fresco que en Burgos y después del desayuno pletórico de la casa rural, volvemos a coger dirección Gormaz, junto al puente que hay sobre el río nos hacemos fotos para el recuerdo, y nos dirigimos por asfalto a Recuerda, para volver a coger el Camino oficial, siguiendo por caminos rurales de buen firme entre campos de cultivo, sin divisar a nadie en kilómetros a la redonda.

Río Duero a su paso por Gormaz


Entrada a Recuerda
  Llegamos hasta Morales, a la salida del pueblo un antiguo taxi de Barcelona aparcado nos llama la atención y unas señoras nos indican que está en venta y que es de unos señores de Barcelona que tienen casa allí, Por aquí ciclamos junto al río por momentos y con zonas de sombra que se agradece, el camino es llano en su gran parte, se nos cruza antes de llegar a Aguilera otro ciervo de lado a lado, entre los trigales ya cosechados, estos momentos son para el recuerdo.

Taxi a la salida de Morales
Camino de entrada a Morales

 En Aguilera buscamos el ayuntamiento, y un vecino nos indica que es la casa de la alcaldesa, pero cree que ha salido a pasear, o sea, que no podemos sellamos, nos comenta que unos días antes se alojó en un local que tienen, un ciclista para pernoctar, Continuamos por caminos de tierra y todavía a nuestra vista en la lejanía la fortaleza de Gormaz, entre trigales y girasoles llegamos a Berlanga de Duero,

  El pueblo se levanta engalanado del día anterior con motivos medievales, en sus plazas, comienza a despertar la población, sellamos en el Ayuntamiento, tomamos aire, y alguna barrita energética y seguimos adelante, a partir de Berlanga, según la topoguía es difícil para los ciclistas así que optamos por seguir la recomendación de ir a Paones y de allí a Brías, todo por carretera con muy poco tráfico y en constante subida, nos adelante un colega pero que va en una bici eléctrica de ciudad, que al final del día volvemos a ver en Atienza.

Plaza junto al Ayuntamiento en Berlanga de Duero
 La subida es constante y muy monótona al ir por asfalto, las vistas son increíbles, por todo lo que abarca. Antes de llegar a Brias vemos de nuevo las señales del Camino a nuestra derecha, por donde se incorpora el camino oficial, en Brías junto a la sombra de la Iglesia nos reagrupamos y descansamos en la plaza hay una fuente de agua fresca donde nos refrescamos no bebemos porque vemos en el fondo pastillas de cloro para piscinas. Junto a una calle adyacente hay una fuente tipo surtidor pero no la usamos, desde aquí llamamos a Seur Guadalajara para cerciorarnos que tienen suficientes embalajes de bici para el día siguiente, nos dicen que si, En Brías está en construcción una posada que se anuncia en el pueblo, inacabada en 2015.

Plaza y fuente junto a la iglesia en Brías
  Después del descanso continuamos a Abanco, por el camino otro ciervo junto a la carretera salta alborotado y escapa en dirección contraria a la nuestra, a partir de aquí el camino en principio bueno se va haciendo cada vez mas roto, y algo mas pedregoso, arenoso y con hierbas cada vez más altas, se inclina cada vez más hacia arriba, en su punto más alto nos lleva a una carretera junto a los molinos eólicos, que hemos de continuar dejando el desvío a Torrevicente a nuestra izquierda.

Iglesia en Abanco
  La carretera en ascenso, el viento, el cansancio, no ayudan a una larga recta sin fin, hasta el cruce con la que viene de El Burgo de Osma, por fin descenso también con asfalto hasta llegar a Retortillo de Soria, a la entrada del pueblo un lavadero con críos jugando. Muy cerca el bar La Muralla, donde sellamos y nos tomamos una cerveza, ya que el menú nos parece poco variado, nos adentramos para descubrir el bar la Juani, en la calle central del pueblo y a la vuelta tienen un bar algo escondido para los que vamos de paso, creo que era el Cazador, con su horno de piedra fuera y donde podemos dejar las bicis, y comer en un salón un variado menú, muy bien atendidos.

Retortillo de Soria

Vistas desde el alto de la Carrascosa, límite autonómico
  A la salida junto a una iglesia y su puerta amurallada, nos ponemos crema solar para iniciar el camino por campos de cultivo, y llegar hasta unas duras y fuertes rampas de hormigón que nos dejan exhaustos y desemboca de nuevo en la carretera que ya con ligero y continuo ascenso nos lleva hasta la cima del alto de la carrascosa a 1380 m de altitud, Fuerte pendiente descendente hasta Miedes de Atienza.

Miedes de Atienza
 Fuente curiosa de agua con caños de madera, junto a la plaza donde en el bar-cantina-ayto, nos sellan los salvoconductos del Camino, a partir de aquí caminos de buen firme, algo arcilloso y en descenso contante, mucho cuidado que se coge velocidad fácilmente y la arcilla puede jugar malas pasadas, no quiero saber como será cruzar por aquí en días de lluvia, las largas rectas en bajada con campos de cultivo a los lados de tierras rojizas y arcillosas, nos dejan en Romanillos de Atienza.

Largas rectas entre Miedes y Romanillos de Atienza
  A partir de aquí ascenso continuo por caminos rurales arcillosos y con graba, hasta llegar a las inmediaciones de un gran pinar por el que el camino se complica con gran cantidad de arena, que frena la bici constantemente, hay momentos que tenemos que bajar y caminar un trecho para volver a iniciar la marcha ya montados, entre la arena arcillosa y la graba, llegamos a la zona alta par iniciar el descenso por un camino algo mejor pero pedregoso, justo a pocos metros de la carretera que nos lleva a Atienza, el compañero José  pincha, en el único pinchazo de los tres días, reparamos y continuamos con la vista en la villa de Atienza con el castillo en lo alto de la montaña, seguimos por la carretera hasta llegar al centro del pueblo y alojarnos por última vez en el Hostal el Mirador, podemos dejar las bicis en un patio trasero.

Camino arenoso subiendo al pinar, al fondo Romanillos de Atienza

Espectacular vista de Atienza bajando del pinar
  Antes de asearnos desmontamos los pedales para el día siguiente, y una vez limpios vuelta al pueblo por sus plazas, que ya conocíamos, de dos años atrás, cervezas, compra de lotería de Navidad para todos, volvemos al hostal para hablar con el propietario para que nos de el móvil de alguien que se dedica al transporte de bicis para que nos lleve a Guadalajara al  día siguiente, no hay suerte, uno esta ocupado y el otro no puede llevar tres bicis, llamamos al de hace dos años y sin problemas.

  Cena con todo acordado para el día siguiente, junto a la Iglesia, donde encontramos al bici eléctrico Rodolfo, que nos cuenta sus anécdotas del Camino y de su bike, así como de otros dos bikers de Castellón que hacen noche en Atienza de camino a Aranda de Duero donde les espera los conciertos del Sonorama.

 Larga y última charla en la noche de Atienza, para descanso merecido después de 270 km del Camino del Cid por el destierro en tierras burgalesas, sorianas y alcarreñas.

 Al día siguiente después del desayuno del Hostal, colocamos las bicis en la parte trasera de la furgoneta y caben tres justas con los cuatro pasajeros y vuelta a Guadalajara a la sede de Seur en el polígono industrial el Balconcillo, una vez listas y tomados los datos, nos deja el taxi en la estación de trenes, donde cogemos el primero a Madrid, allí comida por el centro y cogemos el AVE a nuestra hora para llegar a la húmeda costa alicantina a la hora prevista.

 Un viaje en el que no hemos tenido contratiempos, mecánicos, solo un pinchazo, ni de falta de alimentos, el año pasado no encontramos comida en mas de un bar de pueblo, y eso fastidia y castiga al cuerpo.

 Bonito fin de viaje del Camino del Cid. El destierro.

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