viernes, 4 de septiembre de 2015

De Santo Domingo de Silos a Quintanas de Gormaz. Camino del Cid.


  El inicio de buena mañana después de desayunar en el Hostal, comienza con un ascenso a pie por el vía crucis (es la opción que nos recomendó Treches y que él había hecho), pasando junto a la ermita de la Virgen del Camino, una vez pasada la gran pendiente podemos volver a cabalgar las bicis, en un entorno natural fantástico, con la vista del pueblo a nuestras espaldas y un camino de buen firme, rodeados de carrascas, pinares en una zona rocosa de gran belleza.

Santo Domingo de Silos al amanecer desde el via crucis


Ciclando en plena naturaleza entre pinares y zonas de roca
  Encontramos una panel informativo, junto a un enorme montón de piedras, donde dice la tradición que los caminantes se encomendaban besando una piedra y echándola al montón. Seguimos camino junto a barranqueras para llegar a la carretera que cogemos para ir hasta Mamolar, a partir de aquí el camino asfaltado con muy poco tráfico rodado, encontramos a más caminantes que a vehículos, por una zona de pinares de enorme valor ecológico. Una vez pasada el área recreativa de Pinarejos continuamos por carretera hasta el cruce a Huerta del Rey, aquí hay un pequeño manantial de agua junto a la carretera y un gran panel del Camino del Cid, seguimos la carretera hasta el pueblo.

Manantial de agua junto a la carretera que lleva a Huerta del Rey
 Encontramos el Bar Villarreal donde nos sellan el salvoconducto, aquí podemos picar algo, pero continuamos ya que hoy la etapa es la más larga, repondremos fuerzas en Alcubilla de Avellaneda, el inicio de la salida del pueblo es junto al río Arandilla, los caminos son muy buenos y vamos a una buena velocidad entre campos de cultivo, en Quintanarraya, cruzamos viendo la señal del Teatro Romano de Clunia a 2km, a la salida junto a una rampa de subida hay una casa con pinturas referidas al camino del Cid, encontramos rebaños de ovejas por la zona, campos de girasoles, pasamos junto a cotos de caza vallados en paralelo, y al final una bajada entre encinares hasta llegar a Alcubilla de Avellaneda.

Casa pintada con motivos del Camino del Cid en Quintanarraya

Camino hacia Hinojar del Rey
  Aquí buscamos el lugar de sellado, que es la CR Marquesa de Tavira, ya en la provincia de Soria, en el bar tomamos unos bocadillos y charlamos alegremente con el propietario, que es natural de Sax (muy cerca de Elche), intercambiamos información sobre lo que nos queda del Camino, almorzamos a la sombra en la calle, donde el padre del propietario nos cuenta más sobre su familia.

  Descanso y a partir de aquí atajamos por la carretera hasta San Esteban de Gormaz, el camino oficial hace una U en el mapa, para la que necesitaríamos una jornada más, que no disponemos de ella, en San Esteban, sellamos en la oficina de turismo junto a la carretera y la señora nos indica un par de sitios para comer, justo frente a la oficina, con un par de mesas a la sombra, en el bar el Perdiguero, podemos reponer fuerzas y descansar con una gran variedad de platos combinados y cervezas, para iniciar la segunda parte bajando hasta la ribera del Duero, por donde discurre un largo y llano camino entre sombras que se agradecen después de la comida.

Entrada a San Estebán de Gormaz
  El agua del Duero discurre muy lentamente y el color a barro y chocolate nos tira un poco para atrás, y hay gente que se baña en él, pasamos junto a un molino, y volvemos a alejarnos del río para llegar a Pedraja de San Esteban, a la salida del pueblo se puede ver una zona de antiguas bodegas, junto a la abandonada línea férrea, a partir de aquí y a pocos metros de Alcubilla del Marqués es uno de los caminos peores, por la cantidad de broza seca y pinchas secas que nos asusta por la posibilidad de pinchar, llegamos sin perjuicio en las bicis, para descansar junto a una sombra, donde hay un Cid de hojalata y un abrevadero con cigüeñas pintadas.

Abrevadero en Alcubilla del Marqués con motivos de cigüeñas
 A la salida más zonas de bodegas en la colina, ahora los caminos son de muy buen firme con pocas subidas y vistas hacia la vega del Duero espectaculares, hasta llegar a la carretera que lleva por un carril bici junto al Río Ucero hasta el Burgo de Osma.

Salto de agua del río Ucero entrando a el Burgo de Osma
                         
Carril bici a la entrada entre el río y las rocas
    Aquí a la entrada junto a la catedral, descanso en los bancos junto a una tienda de souvenirs y bebidas, me desplazo hasta la oficina de turismo por la calle peatonal para el sellado del salvoconducto del Cid, la calle es porticada en uno de los lados y con numerosos bares y restaurantes a estas horas cerrados, hay mucha animación en el pueblo, descanso merecido, foto con la torre de la catedral de fondo y seguimos el camino de vuelta hasta el cruce con la carretera, en el polígono industrial cogemos el camino de tierra de buen firme, alguna zona algo arenoso el camino pero ciclable, volvemos a la carretera sin tráfico, junto a un enorme cultivo de manzanas a ambos lados de la carretera hasta que volvemos a cruzar el Duero y llegar a Navapalos.

Río Duero antes de entrar a Navapalos
  Nos da la bienvenida un cartel con los habitantes actuales (4), damos una vuelta al pueblo pero no hay nadie, pueblo fantasma, en construcción, se ven muchas casas ruinosas, la iglesia está abierta, llamamos pero no aparece nadie, tal vez por ser domingo,

Navapalos
  Seguimos la ruta ahora asfaltada por la carretera a Vilde, sin tránsito, rampas en ascenso continuo sin descanso, a estas horas de la tarde (18h) ya notamos el calor y sudamos en pleno ascenso, para continuar en bajada a Vildé, con sus gentes en la calle a la sombra con la chiquillería, de nuevo subida asfaltada y al otro lado vista a la imponente fortaleza califal de Gormaz en lo alto del cerro a sus pies el pueblo y más abajo el Duero serpenteante. Aquí haciendo fotos, nos sale un ciervo del campo de cereal junto a la carretera y se dirige huidizo al monte.

Vista a los invernaderos de manzanas de lo alto del monte

Fortaleza califal de Gormaz en lo alto, debajo el pueblo de Gormaz
  Llegamos junto a río Duero, lo seguimos por un camino rural asfaltado, y cruzamos un puente antiguo poco transitado para seguir por el GR 86, aquí hay que ir hacia el pueblo de Gormaz, pero ya las fuerzas nos flaquean y hemos de pernoctar a un par de kilómetros de aquí, en Quintanas de Gormaz, continuando carretera y llegar a la Casa Rural Patiño, descanso merecido de la etapa reina de la ruta por ser la más larga de 103 km.

Casa Rural Patiño en Quintanas de Gormaz
  En la casa rural, podemos cenar a la noche, encargando a la responsable unos embutidos variados y pan de pueblo, sellamos allí mismo el salvoconducto, y damos una vuelta al pequeño y tranquilo pueblo en el que destaca a su entrada un lavadero y unas antiguas escuelas, donde en cada una de sus torres todavía destacan carteles de niños y niñas, para separar por sexos, hoy en día acoge el Museo de la Resina.

 Fin de la etapa 2.

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