lunes, 7 de enero de 2019

Nueva York. Parte II.


  Día 5. Empire State Building y visita a Isla Liberty y Ellis.

   Vamos en primer lugar al Empire State, con la tarjeta City Pass, la canjeamos previa cola y nos dirigimos al paso de seguridad tipo aeropuerto, luego nueva cola para subir al ascensor pero la cosa va rápida, te hacen esperar junto a la tienda y a la salida tienes que pasar impepinablemente por ella, pero bueno es marketing, como en muchos aeropuertos que cruzas las tiendas.

  El ascensor sube 86 plantas en un periquete, te deja en una sala donde hay expuestas fotos y la historia de como se construyó, hasta que accedes al exterior, aquí no hay cristales, también hay los típicos miradores de metal para ver con aumento, y son gratis, al contrario que en el Top of the Rock del Rockefeller Center, no se ve Central Park ya que estamos mas al Sur, pero igualmente las vistas son espectaculares y el día acompaña a hacer fotos desde todos los ángulos y a todas la direcciones, también hay una tienda pequeña en la azotea, aseos, y de vuelta al ascensor de descenso, y paso por la tienda enorme de recuerdos.

Vistas al Sur al fondo el OWO

Vista al Norte, se ve el Rockefeller Center y un poco Central Park




  A la salida un metro para ir a Battery Park, allí nos ponemos en la cola para coger barco para la Isla Liberty, hay colas largas, supongo que el ser domingo influye, hay cola para entrar en una nave donde te pasan otro control de seguridad y después de esto ya embarcas si hay barco disponible sino a esperar que llegue. El viaje es corto y las vistas de Manhattan desde el barco son espectaculares, una vez en la isla, la recorremos de una punta a otra haciendo fotos de todos los ángulos a la estatua de la Libertad. He de decir que el pedestal sobre el que esta situada la estatua es igual de alto o mas que la propia estatua, es decir que una vez arriba de éste, parece muy muy alta, y también extraña el color verdoso de la estatua. Desde aquí las vistas a Manhattan son bellisimas.

Vista de la Liberty Island desde el barco

Estatua de la Libertad y anteojos

Manhattan al fondo tras las gaviotas

  Para subir a la Estatua o al pedestal hay que pasar por caja de nuevo, y preferimos verla desde abajo, otra vez colas para coger otro barco hacia la isla de Ellis, aquí en el Hall de entrada coges una audioguía gratuita en tu idioma, y te hace la visita más didáctica e interesante, por las salas donde pasaron miles de inmigrantes antes de entrar en Nueva York. Es una visita muy emotiva y evocadora de tantas pelis que hemos visto de estos temas. Al finalizar la visita, muy recomendable, comimos unos paninis en el restaurante de la Isla Ellis con refrescos, en un lugar mas tranquilo, sin mucha gente y descansar, hasta la salida del siguiente barco de regreso.

Sala principal de recepcion de inmigrantes

Edificio de la Bolsa de Nueva York

  De nuevo en el centro pasamos junto al Toro de Wall Street de nuevo, y junto al edificio de la Bolsa para dirigirnos a la entrada del puente de Brooklyn desde este lado previo paso cerca del Seaport District, una vez cruzamos el puente, otra vez a reventar de gente, nos vamos a la zona de Pebble Beach, casi debajo del puente de Manhattan, junto a un parque infantil, aquí hay unas escaleras de cemento para sentarse mucha gente y bancos por los bordes del parque. Así que nos apalancamos y dejamos pasar las horas hasta que va atardeciendo, y vamos fotografiando de vez en cuando el puente de Brooklyn con los rascacielos al fondo, y cada foto tiene algo distinto a la anterior. Una vez es de noche por completo echamos las últimas fotos, y volvemos al centro en metro hasta Penn Station, muy cerca del Madison Square Garden, hay una zona de bares con terrazas al aire libre, muy concurrida y con tiendas muy variadas en el interior, donde poder pedir o comprar lo que te guste y tomar en la terrraza.

Cruzando el Puente de Brooklyn
Típica imagen al atardecer

Misma imagen ya de noche

  Nosotros cenamos en un Toast, parecido a los anteriores donde te sirves lo que quieres o lo pides en autoservicio o buffet, Volvemos a dirigirnos al Empire State para subir de noche, según el City Pass se puede subir el mismo día, de nuevo a partir de las 20 h,, volvemos para una visita nocturna y vuelta a hacer cola para los billetes, para la seguridad y para el ascensor, parece que hay mas gente que por el día. De noche las vistas cambian es todo diferente si cabe, panorámicas especiales y nocturnas de las calles e intentamos adivinar lo mas emblematico que hemos visto hasta hoy desde lo alto del edificio.


  Día 6. Visita al Intrepid y High Line

 Hoy vamos a visitar el Museo del Intrepid, otro de los lugares de visita de la City Pass, así que nos dirigimos a pie para recorrer la ciudad hasta el otro lado de Manhattan, en unos 45 minutos llegamos a pie de puerto, donde podemos contemplar el Intrepid todo lo extenso que es.

  Una vez pasas por taquilla para cambiar la entrada por el vale que llevamos de la City Pass, sales junto al barco, donde hay expuestos numerosos aviones de todos los tiempos y nacionalidades, en la plataforma del puerto uno junto a otro, en el interior del barco también y al fondo hay una gran carpa, donde esta el Discovery, y una exposición relativa a los transbordadores espaciales.


Cubierta del Intrepid

Cubierta del Intrepid y a fondo carpa del Discovery

  Comenzamos por el barco, en una primera sala hay aviones mas pequeños, con objetos como los asientos, la ropa del piloto, los paracaidas, etc, también hay estructuras donde subir para poder sentir como se sentaban, o como caben en esas diminutas cabinas, también hay dispositivos que puedes manipular, como un avión que tienes que mantener recto mientras el aire te va moviendo el aparato, otro aparato donde coges una pelota con guantes y tienes que intentar meter en un agujero pero con gravedad distinta a la normal y claro no puedes o te cuesta mucho, supongo que esta parte, está mas dirigida a los peques que pueden tocar y subir a estos trastos.


De paseo por el barco

  Luego puedes subir por las escotillas y puertas del barco por escaleras pequeñas que comunican unas plantas con otras, está todo muy chulo y está como nuevo, se pasa por la sala de máquinas, por donde ponían los torpedos, por la zona del control de navegación con vistas al frente y se vuelta a bajar, En la zona del Discovery mas pequeña, también hay un transbordador donde poder hacer fotos, y comprobar que las ruedas son como tu de alto, o casi, los tipo de transbordadores que ha habido, y material extra para la exposición. Una tienda  a la salida, y junto al barco también se puede visitar un submarino amarrado al lado, hay cola, y paso previo por una pequeña exposición relativa al mismo.

  El submarino es todo mas pequeño si cabe que en el barco, las camas, las mesas del comedor, las habitaciones, los pasos entre las puertas escotillas son realmente complicados de pasar para las personas altas, es todo muy curioso e interesante. A la salida del Intrepid una enorme tienda de recuerdos y regalos a precios nada asequibles. 


Submarino que se visita, junto al Intrepid

  Una vez fuera en el puerto seguimos junto al río hacia el sur, hasta llegar a las inmediaciones de la calle 34, donde hay muchos autobuses en el exterior y desde donde salen a distintos lugares de fuera de Nueva York, por aquí accedemos a la plataforma del High Line, una antigua linea de metro que discurría a varios metros de altura y que ahora en desuso, se ha restaurado para hacer un sendero ajardinado, por el que poder pasear y ver las vistas sin tráfico. Va desde la calle 34 hasta algo mas abajo de la calle 13, nosotros estuvimos paseando por el sendero ajardinado hasta la zona de Chelsea y bajamos para ver el Chelsea Market, el paseo es muy tranquilo, concurrido, pero no hay multitudes,
 en alguna zona hay sitio donde comprar algo de picar e incluso cuadros y artesanía, también hay zonas de relax con tumbonas y bancos para relajarse o leer un libro.


Vistas desde el High Line

High LIne entre edificios

Vistas desde el High Line hacia Chelsea

  En la 9ª Avenida entre la calle 15 y 16 está la entrada principal del Mercado de Chelsea, una antigua fábrica de galletas Oreo, convertida ahora en oficinas en las plantas superiores y en la planta baja y sótano hay diversas tiendas donde comprar o directamente comer allí, hay de todo comida mexicana, italiana, asiática, supermercados, carnicerías, tiendas de ropa y accesorios, pero mayormente de comidas, en una pizzeria que vimos buena pinta y regentada por hispanos comimos dos hermosas porciones de pizza y cervezas.


Indicaciones en el interior de Chelsea Market

Chelsea Market

 Visitamos alguan tienda de ropa y luego nos dirigimos hacia la 5ª Avenida a la altura de Tiffanny´s para bajar hacia el Empire State, aquí en una esquina había un despliegue policial con calles cortadas y bomberos de película, pero no vimos nada de humo en ningún edificio cercano, la gente se paraba solo para ver la de coches policías y bomberos en la calle.


Despliegue policial y de bomberos junta al Empire State

  Mas tarde cenamos en un café de comida rápida un par de bocatas y refrescos, y fuimos a ver otra vez la zona de tiendas de Times Square para ver posibles compras para el último día.

  Día 7. Museo Metropolitano y The Cloister.

  Como este día amenaza lluvia, lo escogemos para ir a los museos, también de la City Pass, así que vamos en metro hasta la parada mas cercana al Met, y una vez allí en unas máquinas canjeas tus vales por las entradas, y comienza la aventura, yo no pensaba que era un edificio tan enorme y que tenía tanta cantidad de obras de arte, lo que mas choca al principio, es que en los mismos halls de entrada y por todo el Museo, hay diversos maniquíes con modelos exclusivos de modistos internacionales y que no desentonan con lo expuesto, por ejemplo en la zona de esculturas religiosas había diversos modelos de trajes de religiosas o para vírgenes, esto me pareció muy americano.


Hall con los maniquíes

Grandes espacios con esculturas

  Luego en el tema museístico tiene de todo, objetos de toda procedencia desde Oceanía, hasta Asia, antigüedades de Europa, espacio para tapices, esculturas romanas, griegas, etruscas, egipcias. Pinacoteca de toda Europa con cuadro de Goya, Van Gogh, Manet, y otros muchos pintores de reconocido prestigio. Es enorme no se puede recorrer en un solo día, y nosotros teníamos que ver lo mas interesante, en ocasiones a pesar de llevar un mapa te puedes perder fácilmente por tanto pasillo, estancia cerrada, escalera que no sabes a donde va, pero al final vimos bastante de todo lo que había en el Museo, comimos en un Hall del Met, con unos precios para unos sandwiches, de lujo, pero fuera llovía y optamos por comer a cubierto, 


Una de las salas de Oceanía, enorme exposción y así casi todo

  Como queríamos visitar los Cloisters, que con la entrada del Met está incluido, salimos fuera y buscamos un bus (M4) a dos calles que te deja en la misma puerta, pero tras casi dos horas de bus, ya que va parando cada tres calles, y con la lluvia el tráfico era mas intenso, puedes subir con la tarjeta del metro, se cruza un barrio de hispanohablantes porque en un momento dado, pasado Central Park, solo oíamos hablar español en el bus, y el barrio con carteles en español de las tiendas tipo taquería, etc, 

  Una vez en el Cloister, situado al norte del Parque Fort Tryon, es una reconstrucción que se marcaron los americano, yendo a Europa y trayendo monasterios, abadías, claustros, pórticos y otros objetos, piedra a piedra y los colocaron en este emplazamiento, el conjunto es muy bonito, a pesar de que mezcla piezas de países distintos en un mismo claustro, pero la visita es muy recomendable si se tiene tiempo, Aquí también hay modelos de ropa de todo tipo y por todo el recorrido, creo que llegué a contar hasta 4 claustros diferentes y varias iglesias, en el recorrido. Hay un bar/cafetería para tomar algo, y cuidado que el museo cierra a las 17:15h,( hay que informase no sea que cuando te das la paliza de ir, luego no tengas tiempo, con la misma entrada del Met te sirve, deberían dejar pasar aunque no fuese el mismo día ya que el Met en muy grande para ver y en ese mismo día visitar los Cloisters, parece una carrera), nosotros llegamos a las 16:15 y en una hora nos dio tiempo a verlo.


Lluvia sobre el claustro

Los Cloisters, un gran descubrimiento

Interior de una iglesia en uno de los Claustros

  A la vuelta, con el mismo bus de vuelta que para en la puerta, está vez iba mucho más ligero llegamos a la parada de la esquina sur de Central Park, junto al hotel Plaza y la estatua del General Sherman, caminamos por la 5ª avenida frente a Tiffany´s, una torre Trump dorada, tiendas de Gucci, etc, el gentío es enorme. Hasta terminar en el hotel.

  Esa noche no queríamos caminar mucho y nos quedamos a cenar en un restaurante pizzeria que había frente al hotel, se llama Vezzo Thin Crust, siempre que volvíamos del centro, el sitio estaba lleno, así que probamos nos sentamos en una mini mesa para dos, me recordaba las de París, también muy pequeñas, y la carta de pizzas y pasta, cenamos muy bien, la pizza era enorme y estaba rica, con un par de cervezas y para ser restaurante no fue nada caro, en comparación con la comida del Met de sandwich, me pareció barato y el servicio perfecto.

  Día 8. Central Park y Museo de Historia Natural.

  Nuestro último día hacemos las maletas, desayunamos y hacemos el check-out, y dejamos las maletas en el hotel, y nos vamos en el mismo metro del día anterior hasta cerca del Museo Metropolitano, para adentrarnos en Central Park pero paseando, vamos hacia el Castillo de Belvedere, pero al llegar estaba cerrado por obras, hay multitud de senderos indicados y serpenteantes, curioso fue ver en uno de los lagos, tortugas a montones tomando el sol en una orilla, o un señor pescando en un rincón del lago.


Gran lago en Central Park

Fachada principal del Museo de Historia Natural

  Al otro lado de Central Park está el Museo de Historia Natural, que también está incluido en la City Pass, es el último y hemos de amortizarla, entrada que se canjea en taquilla o en las máquinas automáticas, y de entrada. En el Hall principal hay un esqueleto de dinosaurio, que es la antesala de lo que veremos después. Nos comentan al chequear los billetes que nos entra una visita al planetario, pero hay que ser puntuales, mientras vamos visitando estancias, hay varias salas con "ventanas"" donde poder ver a animales en su habitat natural, tanto de Africa, como de otros continentes, tipo cebra, rinoceronte, elefante, de todo, otras salas dedicadas solo aves, otra parte solo a dinosaurios y otras especies ya extinguidas de la misma época.


La sala de dinosaurios es de las mayores y mas visitadas

  También hay salas donde por etnias nos presentas a diversas tribus, hasta llegar a la actualidad con los indios americanos o los esquimales, con sus vestimentas tradicionales, a la hora señalada nos dirigimos al planetario y en una enorme sala entregamos el billete con el horario indicado, previo photocall, la proyección es sobre el origen del mundo, el big bang y otras teorías, es en inglés, pero las imágenes son espectaculares del espacio exterior, dura unos 25 minutos, y luego se pasa a la zona de tienda de recuerdos del espacio, como no. Seguimos recorriendo la parte que nos falta del museo. A destacar la zona de dinosaurios hay un esqueleto que no cabe en toda la sala y la cabeza asoma por la siguiente y la cola por la anterior, una pasada.


Una de las ventanas tipo escaparate
  Salimos después de pasar por otra tienda enorme de regalos y recuerdos, nos llevamos alguno para regalar, la salida es por un lateral, vamos hacia el sur hasta el edificio Dakota, de nuevo le echamos un vistazo, la verdad es que da miedo, no me extraña lo de la peli de la semilla del Diablo. Es hora de comer y vamos a un par de manzanas a Gray´s Papaya, una tienda de perritos calientes, son económicos y tiene varias ofertas si compras 2, 3 o 4 con bebidas, los hay con varios tipos de salsa, probamos unos con cebolla y tomate, no están mal, pero para la fama que tienen esperaba otra cosa, bueno nos hemos quitado el hambre y nos vamos a relajar en un banco en Central Park, viendo a la gente pasear y los botes navegar por el lago.


Paseos en barca por el lago y el Bow Bridge

  Después del descanso vamos caminando hasta el Bow Bridge un puente blanco sobre el lago, por el que pasan los botes por debajo, es muy fotogénico, y empezamos a ir hacia el sur del parque, hasta llegar al Centro de visitantes y también tienda de regalos, a esa hora estaba muy vacío de gente, salimos cerca de la 5ª Avenida y vamos visitando algunas tiendas para hacer las últimas compras camino del hotel, curiosamente muchas de tiendas de souvenirs están cerradas, nos sorprende cuando por la noche y altas horas seguían abiertas. En el viaje de vuelta al aeropuerto está vez el metro es mucho mas rápido y llega en la mitad de tiempo a la estación de Jamaica, donde de nuevo cogemos el Airtrain a nuestra terminal de salida del vuelo.

  P.D: El tema de la tarjeta del City Pass es muy interesante y si vais a visitar alguna de las atracciones que incluye, son tres fijas y otras tres a elegir, podéis visitar la web donde lo explica, luego una vez elegidas las atracciones te envían un mail, con los códigos para cada atracción que tu canjeas en cada sitio o en los terminales para tal efecto.

  Saludos y a viajar.

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